Tomé el vuelo en Alicante con escala en Madrid con total normalidad y al llegar a barajas comenzó el revuelo, se estaban cancelando vuelos a Tenerife por el mal tiempo, finalmente mi vuelo salió, durante el viaje nos encontramos algunas turbulencias más de lo habitual pero nada importante, el problema surgió a la hora de ir a tomar tierra, cuando en el último instante el piloto se ve obligado a iniciar el ascenso nuevamente para girar y entrar a la pista por el lado contrario, lo cual generó una cierta intranquilidad en el pasaje, debido a las rachas de viento que se estaban produciendo en ese momento, lo cual solventó con gran pericia el extraordinario comandante, posándolo suavemente sobre la pista, lo cual nos produjo una gran tranquilidad a todos los pasajeros los cuales le obsequiaron con un aplauso.
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Una vez en tierra y activado el teléfono recibí un correo informándome sobre la activación de alerta por lluvias y fuertes vientos, suspendiéndose el curso mientras persistiese dicha situación, al principio no sabía muy bien como tomármelo y que hacer, pero rápidamente pensé en ser optimista y ver el lado positivo…
Al día siguiente fui hasta las dependencias de la UNIPOL, me presentaron a los miembros de la misma que allí se encontraban y fui recibido por el Subinspector Jefe de la Unidad D. Francisco Javier Rodríguez G. y el Subinspector D. José Francisco G. González director y coordinador del curso. Visité las magnificas dependencias con las que cuentan y aproveche finalmente para entrenar en el gimnasio de la unidad, al final de la mañana confirmaron la desactivación de la alerta y la celebración del curso. El resto de días fueron estupendos llegando el domingo 5 hasta los 28 grados.
Entre las diferentes materias de las que constó el curso destacar las siguientes:
La Defensa Personal Policial fue impartida por el Subinspector Jefe D. Francisco Javier, el cual cuenta con más de treinta años de experiencia en el estudio de las Artes Marciales, estas clases se enfocaron principalmente desde una perspectiva muy acertada, en el conocimiento y desarrollo de unas técnicas básicas y de eficacia contrastada en la realidad del desempeño de la función policial, reduciendo el número de posibles respuestas para obtener así una mayor eficacia en momentos críticos.
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La Defensa Personal Policial fue impartida por el Subinspector Jefe D. Francisco Javier, el cual cuenta con más de treinta años de experiencia en el estudio de las Artes Marciales, estas clases se enfocaron principalmente desde una perspectiva muy acertada, en el conocimiento y desarrollo de unas técnicas básicas y de eficacia contrastada en la realidad del desempeño de la función policial, reduciendo el número de posibles respuestas para obtener así una mayor eficacia en momentos críticos.
La parte de Intervención Policial, Orden Público, Formaciones y Despliegues fue impartida por los Oficiales D. Benito Fortes y D. Víctor Alejo, resultando de gran interés e importancia debido en gran medida a que es tanto o más importante el “cómo se hace” que el “qué se hace” debido a la gran repercusión que genera en muchas ocasiones estas actuaciones, debiendo transmitir una imagen de profesionalidad, organización y control de la situación en todo momento.
Las Entradas en Plazas, Locales, Intervenciones en Reyertas… fueron impartidas por el Oficial D. Eduardo Pozo, participando los Agentes del curso junto con los miembros de la Unidad en casos reales en diversas zonas conflictivas de la ciudad, las cuales se llevaron a cabo de forma exitosa.
La parte de Tiro y Táctica Policial, Entradas y Registros, Escopeta y Balística sobre vehículos fue impartida por el Oficial D. Cristo Vizcaíno y el Instructor de Tiro D. Eduardo de Cobos, de una forma magistral haciéndonos sufrir entre otro con su magnifico ejercicio de “El Rombo”.
Un magnifico curso de un nivel extraordinario, al que asistieron miembros de la plantilla de policía local de Santa Cruz de Tenerife, entre los que una vez superado el curso optarán a formar parte de la Unidad de Intervención, entre los asistentes también se encontraba el Oficial encargado de la Unidad de Intervención de Arona (UPP) y un compañero de Güimar, realizando el curso un total de veinte participantes, estando prevista la asistencia de otros agentes de diversas partes de la península, no siendo posible la misma debido a motivos profesionales. Destacar la presencia en el curso de dos chicas, las cuales estuvieron en todo momento a la altura de las circunstancias.
Como anécdotas mencionar que en un lance de las clases de Defensa Personal me encontraba entrenando con el más pequeño de la Unidad (+140 Kg. de músculo), cuando durante la realización de una técnica la realizó de forma precisa y una vez me encontraba en el suelo al inmovilizarme dejo caer sobre mi pecho su cuerpo sintiendo como se hundía la parte izquierda de mi parrilla costal como si se tratase de una botella de plástico vacía, una sensación poco recomendable y gracias al supremo sin consecuencias graves, pero muy dolorosas al sufrir lesiones los músculos intercostales…a pesar de lo cual no me impidió terminar el curso no exento de molestias. Un abrazo Marrero, pero no de esos…
El último día después de un poco de calentamiento en el patio de armas, nos trasladaron en los vehículos a una presa próxima y dejándonos allí, a la que le dimos la vuelta corriendo y regresamos hasta la unidad con la salvedad de que el último equipo en llegar con todos sus miembros tendría que realizar la Pista de Aplicaciones completa y con todo el material (cascos, escudos, escopetas, cinturón, pistola…) casualidades de la vida, que llegó el último miembro de cada a la vez, como no..!!! decisión salomónica, todos tuvimos que realizar la querida pista de aplicaciones, que nos dejó más de un recuerdo a todos y a la que al final se le coge cariño.
Una de las pruebas de tiro que propuso en el curso el Instructor de Tiro D. Eduardo de Cobos, en la que se requiere de habilidad, reflejos, conocimiento del arma y control del estrés, consistía en partir con el arma descargada y sin cargador, a la señal se introducía un cartucho en el cargador y éste en el arma y se disparaba a una silueta, se extraía el cargador y se continuaba con la secuencia tantas veces como fuese posible en un minuto. Estando orgulloso de haber sido el que más disparos realizó, empatado con uno de los Instructores de Tiro de la Unidad y amigo Luis de Armas, únicamente superados por el Campeón de campeones Eduardo de Cobos.
Dar las gracias a todos por su acogida y compañerismo. Como no, recuerdos a mis cinco gatitos que me hicieron más agradable la estancia.
Un fuerte abrazo.
por José Jiménez Ortiz
por José Jiménez Ortiz
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