martes, 8 de diciembre de 2009

DEFENSA PERSONAL POLICIAL

  Durante el pasado mes de noviembre entre los días del 4 al 25, he tenido la suerte de poder asistir con varios compañeros a un Curso de Defensa Personal impartido por D. Alberto Simón gran profesional de las Artes Marciales; en el transcurso del cual se ha puesto de relevancia una vez más la importancia de las “Artes Marciales” para la función policial. Debido al carácter de servicio publico de los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y encontrándose entre sus misiones la de protección del libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana, no siendo éste un cometido fácil en la sociedad actual, debido a la gran cantidad de situaciones con la que nos encontramos en el quehacer diario.
  Cada vez son más frecuentes los enfrentamientos con los Agentes de Policía y la falta de respeto hacia los mismos, simultáneamente la sociedad nos demanda una respuesta más rápida y eficaz en la detención y neutralización de los delincuentes o aquellas personas agresivas o peligrosas, a la vez que se alzan voces, en la mayoría de la ocasiones injustamente, en contra de la brutalidad policial.
  Los Cuerpos Policiales de todo el mundo a lo largo del tiempo han ido adoptando diversas Artes Marciales de acuerdo a sus necesidades y requerimientos, adaptándolos a los entrenamientos de sus Agentes, tales como el KARATE, JUDO, KEMPO, KOBUDO, JUJITSU. WINGTSUN y AIKIDO, siendo este último el más utilizado ya sea solo o en combinación con otros, debido a su carácter primordial de no violencia, a la gran cantidad de técnicas de control y reducción, demostrando una gran eficacia y seguridad en un tiempo mínimo. También se debe de hacer mención al Krav Maga, que es el método de defensa utilizado por las Fuerzas de Defensa y Servicios Secretos de Israel, de los que más adeptos ha encontrado en los últimos años, debido a que no hay reglas y utiliza cualquier elemento o instrumento al alcance para la defensa, por la sencillez, lógica y facilidad de aprendizaje.
  En el ejercicio de nuestras funciones debemos de regirnos por los principios de Congruencia, Oportunidad y Proporcionalidad en la utilización de los medios a nuestro alcance. La adecuación a los fines y a los medios, el respeto al honor y la dignidad de las personas y la responsabilidad en el ejercicio de la función, reservándose el uso del Arma de Fuego cuando exista un riesgo racionalmente grave para la vida o integridad física. Todo esto hace que los Agentes de Policía debamos de adquirir unas habilidades y conocimientos que permitan reaccionar y neutralizar de forma eficaz, ante determinadas situaciones de cierta resistencia, agresividad o violencia, y en caso necesario actuar contundentemente, y a la vez reduciendo al mínimo indispensable el daño causado cuando el uso de la fuerza física sea imprescindible, debiendo ser capaces en primer lugar de garantizar nuestra seguridad y la de terceras personas, proteger los elementos con los que contamos (tales como el arma de fuego), manteniendo una distancia de seguridad y que se lleve acabo con discreción y mínimamente “espectacular” sin agravamiento de la situación inicial que deteriore y sea contraria a la buena imagen que debemos de dar los Agentes en las intervenciones con los ciudadanos.
  No siendo partidario del entrenamiento de aquellas “Artes Marciales o métodos” que incluyen fundamentalmente técnicas de golpeo con puños y piernas, para no potenciar esta respuesta “demasiado contundente” que puede surgir de forma instintiva ante una determinada situación, ya que tan solo deberían de utilizarse en una situación plenamente justificada y cuando no exista otra alternativa. La respuesta a una agresión debe ser adecuada a las circunstancias y características de dicha situación, evitando producir una lesión innecesaria.


                                                                                       por José Jiménez Ortiz


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