Este es un tema que expuesto así directamente resulta muy controvertido y que en numerosas ocasiones ha sido tratado con opiniones y argumentos contrapuestos, el cual es de una gran relevancia para todas las personas en general pero de una forma muy especial para aquellos que bien por nuestro trabajo, afición u otra circunstancia, convivimos diariamente con Armas de Fuego de cualquier tipo y simultáneamente con una familia, mujer, padres, hermanos, hijos… por lo cual es muy importante matizar y como ocurre en todos los casos no se debe de generalizar.
En primer lugar se debe desmitificar este tema, de nada sirve intentar ignorarlo u ocultarlo, debe de dejar de ser “tabú”, porque si existe algo peligroso de verdad es la desinformación. Lo cual no implica tratarlo a la ligera o quitarle la debida importancia que tiene.
A un niño que ve a diario a su padre o madre con un Arma de Fuego, no se le puede ocultar la realidad ni engañar, porque tarde o temprano le van a surgir preguntas y va a buscar las respuesta a estas preguntas y curiosidades por otras vías que en la mayoría de las ocasiones serán menos apropiadas, no se puede frenar la curiosidad de un niño con prohibiciones sin más explicaciones, ya que con esto sólo conseguiremos que le atraiga y llame la atención aún más lo prohibido, toda precaución es poca, por este motivo debemos asumir la gran responsabilidad que tenemos respecto a este tema debiendo reflexionar ante la demanda de información afrontándolo y hablando claramente con nuestros niños (adaptándonos según las circunstancias) para que sean conscientes que un Arma de Fuego no es un juguete, y que solo debe ser utilizada en la forma que reglamentariamente se establezca (instalaciones deportivas, cinegéticas, “trabajo”…) y adoptando una serie de medidas de seguridad. No se trata de valorar o hacer un juicio sobre su uso, sino de garantizar la seguridad previniendo posibles accidentes, reiterando y haciendo un especial hincapié de que el Arma de Fuego no es un juguete y SÓLO se podrá ver en su presencia ya que es Usted el que mejor la conoce y debe de supervisar en todo momento cualquier uso o manipulación de la misma. Debiendo explicar e inculcar de forma resumida otras normas de prevención tales como que: TODA ARMA DE FUEGO SIEMPRE SERÁ TRATADA COMO SI ESTUVIESE CARGADA. NUNCA INTRODUCIR EL DEDO EN EL DISPARADOR. NUNCA DIRIGIR EL ARMA HACIA OTRA PERSONA O SOBRE UNO MISMO. Se resaltará el grave riesgo que puede conllevar el contravenir estas normas, pudiendo poner en peligro sus vidas y las de terceros. Aun así NUNCA deben confiarse demasiado en lo referente a este asunto, aún si les han hablado a sus hijos sobre las Armas y circunstancias de utilización, debido a que los niños que agarren un Arma (por cualquier motivo) su primera reacción es ir a poner el dedo en el disparador y presionarlo para disparar. Usted es el responsable de su Arma en todo momento aún cuando no la lleve encima, por este motivo la debe de GUARDAR EN UN LUGAR SEGURO, CON LA RECÁMARA VACÍA Y EL CARGADOR QUITADO, fuera del alcance de niños, curiosos y personas inexpertas, siempre en el mismo lugar y condiciones, el Arma debe de guardarse descargada y el cargador separado del Arma.
A un niño que ve a diario a su padre o madre con un Arma de Fuego, no se le puede ocultar la realidad ni engañar, porque tarde o temprano le van a surgir preguntas y va a buscar las respuesta a estas preguntas y curiosidades por otras vías que en la mayoría de las ocasiones serán menos apropiadas, no se puede frenar la curiosidad de un niño con prohibiciones sin más explicaciones, ya que con esto sólo conseguiremos que le atraiga y llame la atención aún más lo prohibido, toda precaución es poca, por este motivo debemos asumir la gran responsabilidad que tenemos respecto a este tema debiendo reflexionar ante la demanda de información afrontándolo y hablando claramente con nuestros niños (adaptándonos según las circunstancias) para que sean conscientes que un Arma de Fuego no es un juguete, y que solo debe ser utilizada en la forma que reglamentariamente se establezca (instalaciones deportivas, cinegéticas, “trabajo”…) y adoptando una serie de medidas de seguridad. No se trata de valorar o hacer un juicio sobre su uso, sino de garantizar la seguridad previniendo posibles accidentes, reiterando y haciendo un especial hincapié de que el Arma de Fuego no es un juguete y SÓLO se podrá ver en su presencia ya que es Usted el que mejor la conoce y debe de supervisar en todo momento cualquier uso o manipulación de la misma. Debiendo explicar e inculcar de forma resumida otras normas de prevención tales como que: TODA ARMA DE FUEGO SIEMPRE SERÁ TRATADA COMO SI ESTUVIESE CARGADA. NUNCA INTRODUCIR EL DEDO EN EL DISPARADOR. NUNCA DIRIGIR EL ARMA HACIA OTRA PERSONA O SOBRE UNO MISMO. Se resaltará el grave riesgo que puede conllevar el contravenir estas normas, pudiendo poner en peligro sus vidas y las de terceros. Aun así NUNCA deben confiarse demasiado en lo referente a este asunto, aún si les han hablado a sus hijos sobre las Armas y circunstancias de utilización, debido a que los niños que agarren un Arma (por cualquier motivo) su primera reacción es ir a poner el dedo en el disparador y presionarlo para disparar. Usted es el responsable de su Arma en todo momento aún cuando no la lleve encima, por este motivo la debe de GUARDAR EN UN LUGAR SEGURO, CON LA RECÁMARA VACÍA Y EL CARGADOR QUITADO, fuera del alcance de niños, curiosos y personas inexpertas, siempre en el mismo lugar y condiciones, el Arma debe de guardarse descargada y el cargador separado del Arma.
Se les debe de enseñar qué hacer en caso de que encuentre (por cualquier motivo) un Arma de Fuego, aunque Usted no las tenga en su casa, por ejemplo con algo tan sencillo como la propia palabra A.R.M.A.: Alto, Retírate, Muéstrale el lugar a un Adulto o Agente de Policía, haciéndoles hincapié en esta pauta, desarrollando con ejemplos cada punto la asimilaran mas fácilmente y se pueden evitar muchos accidentes. Si permite que sus niños jueguen con Armas de juguete, se les puede ir inculcando estas pautas de seguridad y conductas apropiadas con las mismas, llegando a comprender los riesgos que puede ocasionar el manipular un Arma de Fuego real.
Existe el debate sobre si los niños deben de jugar o no con Armas de juguete o réplicas.., no debemos de alarmarnos y adoptar posturas radicales ante un niño que juega con una pistola de juguete, si nos paramos a pensar, desde siempre se ha jugado a pistoleros e indios, policías y ladrones..., utilizando desde un simple palo hasta imitaciones casi reales o incluso solo la propia mano, y son numerosos los expertos que están de acuerdo en que esto no tiene por que inclinar a los niños a la violencia o comportamientos más agresivos. Con esto no se pretende decir que se despreocupen de con qué juegan sus hijos, sino al contrario, que presten atención a las conductas y actitud que éstos siguen, en la mayoría de las ocasiones los niños asumen el rol del “bueno” (policía…), ayudándoles a descargar su agresividad desde un punto de vista simbólico, controlado y diferenciando entre lo bueno y lo malo, conductas y comportamientos..., sin una agresión real, siendo estas actividades necesarias para un desarrollo emocional saludable. Una cosa es jugar a disparar y otra muy distinta disparar de verdad, debiendo mostrarles claramente nuestra postura en contra de la violencia real, explicándoles lo que ocurre en una guerra de verdad y darles una educación basada en la tolerancia y el diálogo como el medio más adecuado para la resolución de los conflictos.
Otros sectores opinan que pueden producir efectos a posteriori que conduzcan a estos niños a desarrollar acciones violentas cuando se encuentren con situaciones problemáticas, pero sin embargo parece no importarles el medio en el que se encuentra el niño, así como los demás factores que influirán realmente en su desarrollo como su formación, educación, deseos, amigos, familia, el tiempo que pasa frente al televisor sin control… Algo bien distinto es cuando nos encontramos con un niño o adolescente que tenga problemas de conducta o comportamiento previo o con algún desorden emocional en cuyo caso deberán de remitirse a un especialista para la evaluación del menor.
Un Arma de juguete puede ser uno de los muchos y diversos juguetes de un niño.
por José Jiménez Ortiz