El primer intento con éxito del que se tiene constancia es al descubrirse al autor de un crimen realizado con un arma de fuego, en el siglo XIX. En 1835, Henry Goddard, al observar un proyectil extraído del cuerpo de la víctima de un asesinato, se percató de la existencia de una llamativa protuberancia en la misma. En aquella época las Armas de Fuego eran de avancarga y los tiradores habitualmente hacían mediante un molde sus propios proyectiles con plomo fundido, nuestro avezado investigador pensó que si encontraba el molde encontraría al asesino. Con esta idea, Goddard comenzó a registrar las casas de los sospechosos, en la casa de uno de ellos nuestro avezado investigador pudo observar claramente que en el interior del molde había una pequeña hendidura. Utilizando este molde procedió a fabricar un nuevo proyectil (testigo), y este proyectil obtenido lo comparo con el que se extrajo anteriormente del cuerpo de la victima (dubitado), comprobando que los abultamientos de ambos proyectiles eran idénticos sin lugar a dudas, lo que hizo que posteriormente el asesino confesara su crimen. En Alemania, 1898, el Dr. Paul Jeserich, asistió en calidad de experto al tribunal de la ciudad de Neuruppin en un caso de asesinato. Realizó un disparo de prueba, fotografió los dos proyectiles, el extraído del cuerpo de la victima (dubitado) y el obtenido mediante un disparo con el Arma (testigo, muestra o acriminado), amplió las fotos y comprobó que las lesiones dejadas por las estrías y los campos del ánima del cañón en el "proyectil testigo" eran idénticas a las que tenía el "proyectil dubitado", confirmando la teoría y pudiendo castigar al culpable. En el siglo XX, Richard Kockel, siendo director del instituto forense de Leipzig, efectuó las primeras pruebas del "desarrollo" del cuerpo de un proyectil realizando negativos del mismo en láminas de cera y óxido de cinc. El Profesor Balthazard se dió cuenta que en el culote de la vaina existían una serie de marcas y que éstas eran producidas al incidir sobre él, la aguja percutora (3) en el momento del disparo. También el bloque de cierre (1) producía lesiones en el culote del cartucho, e incluso la recámara, la uña de extracción (2), y el expulsor dejaban marcas características en la vaina. Pero a causa del comienzo de la I Guerra Mundial estas investigaciones fueron abandonadas. Charles E. Waite, uno de los más grandes pioneros de la Balística Forense, empezó a visitar las fábricas de armas más importantes de los EE.UU. y posteriormente las europeas, solicitando los datos exactos de las características de las armas que fabricaban. A finales de 1923, después de cuatro años de viajes e intenso trabajo descubrió que no había ni un solo modelo que fuera exactamente igual a otro, había diferencias en los calibres, en el número y orientación de las estrías, (orientadas a izquierda “levógiro” o a derecha “dextrógiro”), y sus ángulos de torsión podían ser distintos. Realizó un catálogo técnico de la mayoría de las armas existentes en aquella época, pero hacía falta encontrar unos "caracteres individualizantes" que permitieran distinguir armas del mismo tipo, marca y modelo. Teniendo en cuenta que el proyectil al pasar por el ánima del cañón sufre dos tipos de lesiones: las primeras causadas por las estrías del ánima, que en el proyectil se convertirán en campos, y las segundas causadas por los campos del ánima, que darán como resultado las estrías en el proyectil, podemos decir que el proyectil, después de recorrer el ánima del cañón, se convierte en el negativo de éste.
A Waite se le unieron el físico John H. Fisher y el químico y gran especialista en microfotografía Philipp O. Gravelle. Gracias a esta unión nació en Nueva York el primer Instituto de Balística Forense del mundo. En 1925 a Gravelle se le ocurrió la idea que daría a la Balística uno de los fundamentos científicos más importantes, unió dos microscopios mediante un dispositivo óptico por el cual se podían observar dos proyectiles juntos en una sola imagen y lograr que ambos giraran para que se pudieran comparar viendo las coincidencias y diferencias que hubiera en los mismos. Al equipo de Waite se unió el doctor Calvin Goddart que siguiendo el camino iniciado por el profesor Balthazard, en la primavera de 1927, en el proceso Sacco-Vanzetti dio a conocer sus observaciones, realizando con ellas un dictamen modélico en la historia de la Balística Forense.
A Waite se le unieron el físico John H. Fisher y el químico y gran especialista en microfotografía Philipp O. Gravelle. Gracias a esta unión nació en Nueva York el primer Instituto de Balística Forense del mundo. En 1925 a Gravelle se le ocurrió la idea que daría a la Balística uno de los fundamentos científicos más importantes, unió dos microscopios mediante un dispositivo óptico por el cual se podían observar dos proyectiles juntos en una sola imagen y lograr que ambos giraran para que se pudieran comparar viendo las coincidencias y diferencias que hubiera en los mismos. Al equipo de Waite se unió el doctor Calvin Goddart que siguiendo el camino iniciado por el profesor Balthazard, en la primavera de 1927, en el proceso Sacco-Vanzetti dio a conocer sus observaciones, realizando con ellas un dictamen modélico en la historia de la Balística Forense.
La Balística Forense es la ciencia que estudia los fenómenos que ocurren en el interior del Arma durante el proceso de disparo de un proyectil (Balística Interna); de su trayectoria desde el momento que abandona la boca de fuego del Arma hasta el lugar de impacto (Balística Externa); la recolección, clasificación y embalaje de pruebas o vestigios en el lugar del suceso (Balística de Campo); la comparación de las pruebas dubitadas encontradas con las Armas o proyectiles testigo, muestra, acriminados o indubitados, para determinar su coincidencia (Balística Comparativa); y los efectos producidos en el organismo durante el recorrido o trayectoria del proyectil en el mismo, la distancia del disparo, y la etimología del mismo si es un suicidio, asesinato, accidente (Balística Médico Legal); la trayectoria que sigue el proyectil y los diferentes puntos de impacto, la forma y lugar de impacto, la superficie y demás características de interés, fragmentación, deformación, rebotes... hasta que el proyectil se detiene (Balística Terminal o de Efecto); al igual que las formas y características diferenciadoras de las Armas de Fuego y sus municiones para su identificación (Balística Identificativa). Algunos autores la dividen en tres ramas, Balística Interior, Balística Exterior y Balística Terminal o de Efectos, englobando dentro de éstas al resto.
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Siento disentir y decirte que la Balísitica Forense es una rama distinta a la Balísitica clásica que engloba a al interior, exterior y de efectos, aunque todas sean Balística en términos generales.
ResponderEliminarHOLA QUE TAL ME LLAMO MANUEL Y SOY PRACTICANTE BALISTICO EN LA PROCURADURIA GENERAL DE JUSTICIA EN EL ESTADO DE MEXICO, MEXICO, ME GUSTARIA SABER MAS INFORMACION AL RESPECTO, PARA SER UN PERITO DE MAYORES CONOCIMIENTOS, SI GUSTAN ENVIARME ALGO MI CORREO ES MINO_MJGL@YAHOO.COM.MX
ResponderEliminarque pena que contradiga al primero pero se encuentra en una equivocación ya que la balistica al agregarle forense es por el simple echo de que pasa a trabajar la investigacion criminal por eso se le agrega el forense
ResponderEliminarForense es un término que se aplica a toda aquella investigación que va a ser usada en un proceso judicial, sea del tipo que sea.
ResponderEliminarCuanta confusión veo en muchos artículos de balistica... Lo mas acertado es la corrección del primer comentario.
ResponderEliminarLa balística se divide en interna, externa y de efectos, y luego a parte (a lo que se refiere el 3º comentario) al aplicar tecnicas de estas ciencias balisticas a la administración de justicia nace la balistica forense, que a su vez engloba una rama exclusiva (a parte de las 3 anteriormente comentadas) que es la balistica identificativa.
El resto de las ramas que se nombran en el articulo (b.de campo, b.comparativa y b. medico legal) no son ramas como tal de las ciencias balísticas, si acaso subdivisiones creadas tras la experiencia y la practica que faciliten el trabajo de los profesionales en ciertos países.
Pero con mis conocimientos diría que son una clasificación errónea.
Un saludo desde España.